Sunday, 14 September 2014

Los mini corazones, podría ser colocados donde quiera en el sistema venoso y servirán como una bomba adicional, para ayudar a impulsar el flujo sanguíneo en las venas con válvulas deficientes.

Narine Sarvazyan, ha inventado un nuevo órgano para ayudar a devolver el flujo sanguíneo de las venas con válvulas disfuncionales. Un manguito de contracción rítmica, hechas a partir de células del músculo cardíaco, actúan como un "mini corazón”', puestos alrededor de la vena con válvulas incompetentes, ayudarían a impulsar al flujo sanguíneo hacia el corazón, evitando el reflujo venoso.

Narine Sarvazyan y su equipo estaban tratando de crear donantes universales para los trasplantes de células madre, donde el sistema inmune podría ser menos propenso a rechazar, cuando algo le llamó la atención.

Observando un grupo de células del músculo cardíaco, llamadas miocitos, se dio cuenta de que estaban afectando el flujo sanguíneo en los vasos cercanos.

"Pensé: ¿Por qué no utilizar estas células y colocarlas alrededor de una vena y hacer una pequeña bomba?" dijo la Dra. Sarvazyan, profesora de farmacología y fisiología de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad George  Washington.

La bomba, en esencia, sería una miniatura de corazón con un tipo de circulación extremadamente simple. Así como los anélidos tienen un vaso dorsal y otro ventral, comunicados por vasos laterales, donde los segmentos más anteriores de los vasos laterales tienen unos engrosamientos que actúan como corazones.

El corazón humano es generalmente suficiente para hacer circular la sangre a través del cuerpo. En las extremidades inferiores, el movimiento de los músculos esqueléticos ayuda a exprimir las venas y las válvulas ayudan a que el flujo venosos tenga un solo sentido, de tal manera la presión venosa empujaria la sangre hacia el corazón.  Las válvulas venosas son una especie de válvulas de seguridad de las venas que impiden que la sangre regrese en sentido contrario al corazon y se acumule en las piernas.

Cuando hay destrucción o disfunción valvular aparece el reflujo venoso, produciendo un  aumento de la presión venosa. La transmisión de la hipertensión venosa a la microcirculación dérmica causa extravasación de moléculas y eritrocitos que sirven como los estímulos para desencadenar la lesión inflamatoria. La activación de la microcirculación produce la liberación de citoquinas y factores de crecimiento que permiten la migración de leucocitos al intersticio los que se localizan alrededor de los capilares y vénulas post capilares desencadenando la activación de factores de crecimiento los que se unirían a los fibroblastos desencadenando una reacción de remodelación crónica que produciría los trastornos dérmicos. Evidenciándose la insuficiencia venosa crónica (IVC).

La unión internacional de flebología estableció la definición de IVC, como aquellos cambios producidos en las extremidades inferiores resultado de la hipertensión venosa prolongada, incluyendo la híperpigmentación, eccema, dermatitis de estasis y las ulceras, además definió las varices como venas dilatadas a consecuencia de la alteración de las válvulas y o de la pared venosa. Posteriormente se agregó el concepto de reflujo venoso para definir la presencia de varices.

En EEUU el 10% al 35% de los adultos ya tienen alguna forma de trastorno venoso crónico que varía desde arañas vasculares y varices hasta llegar a ulceras venosas, que afectan al 4% de la población mayor de 65 años.

Su idea podría ayudar a tratar la enfermedad IVC de una manera nueva. Ya que los grupos de miocitos espontáneamente  pueden latir al igual que el corazón lo  hace, los ingenieros de tejidos podrían utilizar una estructura de andamiaje como para construir una pieza de contracción rítmica, del tejido cardiaco a partir de las propias células madre del paciente. Estos músculos que laten por sí mismo podrían ser colocados o  envueltos alrededor de las venas con válvulas disfuncionales, para de esa manera ayudar a empujar la sangre de vuelta hacia al corazón, lo que la Dra. Sarvazyan jocosamente lo llama, "el gran corazón."

La tecnología CardioVein, como ha sido apodado, se encuentra todavía en sus primeras etapas, pero la Dra. Sarvazyan y su equipo han construido un prototipo para probar su hipótesis, además ya lo ha registrado con una patente provisional.

Los investigadores en otros lugares, trabajando con el concepto del "gran corazón" para la reparación de los tejidos, ya han injertado con éxito pequeños trozos de músculo cardíaco a los animales vivos, donde se ha vascularizado y continuaron latiendo durante meses.

El siguiente paso es para medir si el manguito, envuelto alrededor de una vena, podría producir una presión suficiente para ayudar a la circulación en un animal vivo. Este verano Dra. Sarvazyan y su equipo trabajará en el fortalecimiento de los manguitos, la medición de la presión y el caudal.

Hasta entonces, la Dra. Sarvazyan tiene que dividir su atención entre sus proyectos, incluyendo la investigación con células madre que primero despertó su imaginación. Pero la idea de mini-corazón podría ser el más revolucionario para la Flebología.

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